sábado, 22 de mayo de 2010

La Revolución de Mayo de 1810



Los masones que hicieron la revolución de Mayo de 1.810 en el Virreinato del Río de la Plata


A comienzos del Siglo XIX vio la luz -en Buenos Aires- La Logia Independencia, cuyo impulsor y Venerable Maestro fue Julián Álvarez, uno de los firmantes de la presentación popular del 25 de Mayo, cuya fachada pública fue la Sociedad Patriótica. Sobre este taller, al igual que sobre otros que han quedado en la historia de aquellos tiempos, algunos investigadores han dicho que no eran masónicos sino que se trataba de agrupaciones políticas organizadas con la misma estructura de una logia, incluyendo grados, palabras secretas y toques ocultos para identificarse. Posiblemente haya sido así en algunos pocos casos. Pero no en los integrados por Julián Álvarez, que eran cabalmente masónicos. En diálogo con Bartolomé Mitre, Matías Zapiola afirma: "La de Julián Álvarez era Logia Masónica". Este taller cumplió una misión esencial, puesto que de aquí surgieron aquellos hermanos más aptos y mejor formados que serían quienes secundarían a Alvear, San Martín, Zapiola y otros masones que llegaron a Buenos Aires en la fragata Jorge Canning con el objetivo de fundar una de las logias Lautaro, desde las cuales se trabajaría la emancipación de estas tierras de la Corona Española.
Este "levantamiento de columnas" (así se denomina simbólicamente la fundación de una logia) tendría lugar en 1812 y a partir de allí se crearían otras en Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Santiago de Chile. Los hombres que formaron parte de los acontecimientos de Mayo de 1810, así como aquellos que tuvieron activa participación en las guerras por la liberación de la Corona Española, eran integrantes de esta logia o fueron iniciados en ella: Juan José Castelli, Juan José Paso, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Domingo Matheu, Juan Larrea, Manuel Alberti, Hipólito Vieytes, Manuel Dorrego, Antonio Luis Berutti, Nicolás Rodríguez Peña, Mariano Cosme Argerich.Cuando en 1809 Sevilla cayó en manos de Napoleón, quedando acéfalo el gobierno en España, en Buenos Aires se convocó a un Cabildo Abierto para decidir qué curso se le daría a los acontecimientos. El Partido de los Patriotas, cuyos líderes eran masones en su mayoría, contó con el apoyo del regimiento de Patricios, comandado también por un masón, Cornelio Saavedra. Sostenían la teoría de la soberanía popular, por la cual se consideraba que el poder soberano provenía de Dios y residía en el pueblo que lo delegaba en el rey; por lo tanto, al no haber un monarca, ese poder volvía al pueblo que debía designar a las nuevas autoridades. Esta postura tuvo su oposición en la figura del Virrey y del Partido Español, que rechazaron esa teoría e intentaron mantener su dominio evitando cualquier intento de ser despojados de su poder.Es así como, luego de reunirse en la casa de Rodríguez Peña para debatir y ponerse de acuerdo sobre cuáles serían los pasos a seguir, los patriotas se rebelaron contra los españoles y, apoyados por el regimiento de Patricios, se convocó al Cabildo Abierto del 25 de Mayo de 1810, logrando imponer su posición a través de la creación de la Primera Junta de Gobierno. Esta quedó integrada casi absolutamente por masones: Presidente: Cornelio de Saavedra (masón, según datos ofrecidos por el general Enrique Martínez, y por su nieto, el doctor Carlos Saavedra Zavaleta); secretarios: Mariano Moreno (miembro de la Logia Independencia) y Juan José Paso (miembro de la Logia Independencia y de la Sociedad de los Siete); vocales: Manuel Belgrano (tuvo una prolongada actividad masónica; iniciado en la Logia Independencia a fines del Siglo XVIII, participó de la Sociedad de los Siete. Zapiola afirma que fue integrante de la Logia Lautaro de Buenos Aires y Venerable Maestro de la Logia Argentina, más tarde llamada Logia Unidad Argentina de San Miguel de Tucumán), Miguel de Azcuénaga (el único no iniciado), Juan José Castelli (miembro de la Logia Independencia de la que llegó a ser Venerable Maestro), Domingo Bartolomé Francisco Matheu (miembro de la Logia Independencia), Juan Larrea (iniciado en la Logia Independencia; hay una carta de Francisco de Miranda dirigida al hermano Saturnino Rodríguez Peña donde destaca la calidad de masón de Larrea) y Manuel Alberti (miembro de la Logia Independencia y Sociedad de los Siete).

Antonio Las Heras
M.·.M.·.
Escritor, doctor en psicología social y ex secretario general de la Sociedad Argentina de Escritores. Es autor del libro "Sociedades secretas: Masonería, Templarios, Rosacruces y otras órdenes esotéricas". Actualmente ocupa el cargo de Gran Guarda Templo Interno en la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.

lunes, 10 de mayo de 2010

Reflexiones del Secretario Francmasón



A L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.


REFLEXIONES DEL SECRETARIO FRANCMASÓN


Aquí sentado en el Or:·. bajo tu luz, bajo tu hermosa luz que platea este sitial, eres reflejo de ese al que llamamos Sol. Tú Luna que te mueves entorno al mundo impregnando con tu influjo ahí donde iluminas, pero siempre serena, siempre tranquila, que en verdad envidio. Ahí te encuentras pálida, que te ocultas y te nos vas mostrando a veces parcialmente, a veces entera, pero no porque tu quieras, sino porque posiblemente no estemos preparados para recibirte en tu plenitud ya que el gran Astro no llega a iluminarte por culpa nuestra, mundo imperfecto que nos interponemos entre medias. ¡Ay!, Luna que cuando eclipsas al Sol, no es por ocultarnos la belleza de su luz, sino porque tienes a veces que discutir con él sin que nadie nos enteremos, pobre imaginación mía que creo esto último, pero se que lo haces porque a lo mejor no debo enterarme de verdades en este mi nivel bajo, dejando la verdad para aquellos que tienen un nivel de apreciación más acorde a lo mostrado, y con ese haz de misterio que nos muestras obligarnos a tener interés por aprender más, a llegar a ese nivel de entendimiento. ¿Qué haríamos sin ti, si siempre existiera esa contraposición de luz, y profunda oscuridad, si cuando la noche llegase no tuviésemos ese ápice para el recuerdo de la luz de nuestro amigo el Sol? ¿Si no se formase esa tercera opción que no es luz, ni oscuridad extrema, sino el rumor de la luz en la noche? HH.··. ¿habéis vivido una noche de luna llena en medio de la Naturaleza, sin mas luz que la de este satélite?, mi sensación es estar viviendo en el recuerdo que por la mañana era ese mismo sitio, eso es, el plasmar en blanco y negro todo lo que por el día era color, a veces asustándome por formas que en realidad son bellas porque la luz hermosa de la Luna no ha sabido expresarla, porque aun siendo bella puede estar en la posición no adecuada, o tapada por otra forma que se encuentre en su camino, a veces viendo justo lo contrario lo bello en algo que por el día no parecía tal, y no porque no lo sea sino porque la palidez ha resaltado lo realmente bello. Luna que puedo decir de ti que desde lo alto nos miras que nos expresas tu propia firma con esas manchas que tienes en tu superficie, y que a veces te hace tan misteriosa por lo que nos muestras, porque en ti está el misterio de hacer lo oscuro claro, el crearnos el recuerdo del día, el ayudarnos a ver de una manera que en su momento no es posible.

Oh, Luna quiero establecerme como tú aquí entre mis HH.··., ser reflejo de la luz que ellos trasmiten impregnando las planchas en blanco y negro igual que las noches que nos ofreces, y aunque a veces no sepa mostrar lo bello de lo que me rodea no será por culpa de la luz, sino por mi imperfección humana que la nublará e incluso esconderá. Quiero mostrarme a ellos como fiel recuerdo de lo que la tenida fue porque debemos acordarnos de que la hubo y no olvidarla en la oscuridad de la vida cotidiana. Me pondré a eclipsar la verdad en el caso que el Grado así lo establezca, porque a veces el entendimiento de ciertas verdades está vetado a ciertos niveles. En fin quiero plasmar con sabiduría cuando destaque, con fuerza cuando se necesite y con belleza cuando la haya, todos los instantes que mis HH.··. ofrezcan con su luz y yo pueda captarla.
He dicho
H.·. Celacanto.·.
M.·. M.·.