jueves, 8 de abril de 2010

“Masón” - “Francmasón”



A L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.


Es para mí un hecho habitual, intentar buscar siempre el origen primigenio de las cosas, en el caso que aquí me ocupa, no va a ser menos. Me quiero ocupar en este breve grabado de la doble identificación de “Masón” y “Francmasón”, a mí, personalmente, sí me interesa saber la razón de nuestra doble identificación. Claro está que esto lo busco en la “Masonería Operativa”, pues en la “Masonería Especulativa”, no hay nada que buscar, todo es herencia de su precedente, de lo que ya hablaremos otro día.

Así, mucho es lo que he buscado y poco, ciertamente, lo que he encontrado, no obstante, lo poco y breve que ha llegado a mis manos, QQ.·. HH.·., por medio de la presente plancha, lo pongo al alcance de todos, lo que no quiere decir, que con esto demos por concluida la “búsqueda”.

Así, “...La composición de los dos elementos que integran esta voz se halla empleada por primera vez en 1375, en ingles (freemason) y significó, en un principio, albañil muy diestro en su arte, aunque posteriormente designó al albañil que tenía la libertad (free) o el privilegio propio de los miembros de su gremio. En el primer sentido es una derivación de la voz inglesa freestone-mason, albañil que trabaja en piedra ornamental, en oposición al que trabaja en piedra ordinaria.

Es el autor Speth en su obra Ars Quatuor Coronatorum quien interpreta “...la voz francmasón como aplicada al albañil que pretendía substraerse al control de gremio local.

Y conforme a esta “...acepción el New English Dictionary of the Philological Society (Oxford, 1898) apoya la interpretación de la voz francmasón (en inglés freemason) como significativa de uno de aquellos hábiles, emancipados (según la costumbre medieval) de las restricciones y del control de los gremios locales, pudiendo, por lo mismo, viajar y prestar servicio en sitios en los que había alguna obra en construcción... Estos francmasones formaban una asociación aparte, con un sistema de signos y señas secretos, con los cuales se reconocían mutuamente y eran prenda de su destreza en el arte. Lo que con el transcurrir de los tiempos, ante la decadencia de las construcciones góticas, esta asociación se incorporó a los gremios de albañiles.

Por otra parte es W. Begemann (Vorgeschichte, 1909), quien califica que la voz inglesa freemason, originariamente designaba, en la época de gran desarrollo de la arquitectura gótica, a los maestros albañiles más solicitados por su destreza en el oficio. Siendo en 1495 cuando por primera vez la legislación inglesa menciona la palabra freemason. “...La significación moderna de francmasón y francmasonería, con carácter general y exclusivo, data de 1717, fecha de la constitución de la Gran Logia de Inglaterra”. (1)

Por otra parte, el H.·. Juan Carlos Daza en su Diccionario Akal de Francmasonería (2), citando al historiador Chistian Jacq dice que: “…el Franc-masón es el “escultor de la piedra franca”, es decir, de la piedra que puede ser tallada y esculpida… el Masón Franco, es sobre todo el artesano más hábil y más competente, el hombre que es libre de espíritu y que se libera de la materia por su arte. Más que el masón, es la piedra misma la que es libre, pues ofrece un material a la futura obra maestra escultórica o arquitectónica. En numerosos textos medievales, el Franc-masón es opuesto al simple albañil que no conocía la utilización práctica y esotérica del compás, la escuadra y la regla”.

Esto ya desde el primer momento, pues en “…Escocia, los gremios de masones eran incluso anteriores a los de Inglaterra. En 1057, año en que el rey Malcolm III Canmore obtuvo el trono (…), otorgó una Carta, junto con el poder y la obligación de regular el oficio, a la Compañía de los Masones de Glasgow…” (3).

Por otra parte Jasper Ridley dice que: “Los masones eran trabajadores cualificados. Había dos clases de masones: los ”picapedreros” o “masones rústicos”, que plantaban la piedra dura común proveniente de Kent y otras partes sobre la que se construía la iglesia, y los masones más diestros, que tallaban las elegantes fachadas del frente de la catedral. Trabajaban una piedra más blanda, terrosa, que se hallaba en muchos sitios de Inglaterra entre Dorset y Yorkshire, así como en otros países de Europa. Esta piedra más blanda era conocida como “piedra libre o franca”, y los masones expertos en trabajarla pasaron a denominarse “masones de piedra franca”, que muchas veces se abreviaba como “francmasones” (4).

Quiere ello decir que: “Masón” es el operario del “sillarejo”, el que trabaja la piedra más bruta, el que hace el trabajo más pesado, menos laborioso, menos técnico; por el contrario: “Francmasón” es el operario del “sillar”, la piedra labrada, la que forma parte de una construcción de sillería, la piedra que sin asperezas ni rugosidades es capaz de construir un bello edificio porque es perfecta en todos sus lados.

Esto, QQ.·. HH.·., hoy me lleva a otra nueva interrogante, más aún desde las Constituciones de James Anderson, 1723, donde todo es “Masonería Especulativa”, ¿es correcto decir “Masón” o por el contrario es más correcto decir “Francmasón”?. Entiendo que ambas acepciones tienen el mismo significado, otra cosa es el arraigo que una y otra han tenido en nuestro país así como a lo largo y ancho del resto de Europa, pero este trabajo, ya lo dejamos para nuestro historiador, que algún día, confío, nos ilustre con un “trazado” de su puño y letra. Por el momento QQ.·. HH.·., creo que esto nos da un poco de luz, no lo suficiente, pero sí quedan despejadas mis dudas iniciales.

He dicho
H.·. Ximo, M.·. M.·., 10/02/2004 (e.·.v.·.)
___________________
(1) Enciclopedia Universal Espasa Calpe, Madrid, 1978
(2) Diccionario de la Francmasonería, Daza, Juan Carlos, Ediciones Akal, S.A, Los Berrocales del Jarama, 1997
(3) Los Masones, La sociedad secreta más poderosa de la tierra, Jasper Ridley, Ediciones B Argentina, S.A., Colección Byblos, septiembre 2004, pág. 22.
(4) Ridley, Ob. Cit., pág. 20.

No hay comentarios:

Publicar un comentario